Archivo del sitio
El ADN y su relación con la apariencia física de la cara.
Los genes relacionados con la morfología facial.
Según un artículo publicado recientemente en PLOS ONE, más concretamente en la sección PLOS Genetics. Peter Claes y su equipo de investigación de la Universidad de Leuven (Bélgica) ha desarrollado la forma de plasmar el rostro de una persona a partir de una muestra de ADN que correctamente codificada y procesada, y a su vez, ayudada de un programa informático podría darnos algo muy parecido a un retrato robot.
Se trata de un experimento que nos permite descubrir las relaciones entre la variación facial y los efectos del sexo, ascendencia genómico y un subconjunto de genes craneofaciales.
Para llevar a cabo todo este proceso, en primer lugar, cogieron muestras de población de diferentes países, tales como, Estados Unidos (State College, PA, Williamsport , PA, y El Bronx , Nueva York ); Brasilia , Brasil; y Cabo Verde (São Vicente, y Santiago). En total 592 (154 de los EE.UU., 191 de Brasil, y 247 desde Cabo Verde) voluntarios que dieron el perfil adecuado para llevar a cabo la investigación. Todo ello bajo la supervisión de la Junta de Revisión interna de la Universidad Estatal de Pensilvania que aprobó el protocolo de investigación titulado “Genética de la pigmentación humana, ascendencia y rasgos faciales.”
La muestra de ADN fue cogida tanto por cepillos bucales, así como, por punción digital.Además, la edad de los participantes que componía la muestra era de entre 18 y 40 años para poder, de esta manera, minimizar la variación de la morfología facial. De estos se seleccionaron a aquellos que tenían > 10% de ascendencia de África Occidental y a los que poseían < 15% de nativo americano y de Asia Oriental. Fueron criterios excluyentes para la realización del proceso aquellos participantes cuya imagen en 3D fueron obstruidas por el bello facial o de la cabeza. Al final de este proceso, como hemos mencionado anteriormente, sólo fueron válidos 592 participantes. Así pues, se tomaron diferentes imágenes en 3D desde distintas perspectivas de la cara lo que redundó en 7.000 puntos de referencia de la misma.
Por otro lado, se tomaron los genomas y buscaron las variaciones de una letra en la cadena. Lo hicieron con genes que se sabía que tenían relación con la cara como son aquellos en los que se producía deformaciones faciales o aquellos que podían predecir el color de los ojos. En definitiva, se centraron en 24 mutaciones de 20 genes, lo que dio algo parecido a un retrato robot.
A partir de ello, lo que pretenden hacer los expertos mediante la sistematización del proceso y los métodos adecuados es predecir los rasgos faciales de nuestros descendientes, ascendientes o fallecidos, e incluso, de especies humanas casi extinguidas. También podrían ser verdaderos instrumentos útiles de trabajo en antropología como en medicina forense.
Fuentes: